Lúdica y festiva, jovial, rebosante de energía. Así podría definirse la música de OMBLIGO, proyecto musical que nació en los vagones del metro de Madrid en 2016 de la mano de Anika y Ángel Cáceres, dos personas con un imaginario musical muy diverso que decidieron sacar todos esos conceptos de su cabeza y llevarlos al escenario. Ombligo vienen a convulsionar la tediosa y monocorde escena musical de nuestro país a base de canciones escritas desde el corazón e interpretadas con la verdad de los que se han hecho a sí mismos sin ayuda de modas o tendencias.

La fusión es algo inherente en el quehacer de este dúo de virtuosos, pues a ese folclore balcánico se unen el bolero y el swing con ciertos toques de jazz contemporáneo. Toda esa mezcla permite al oyente adentrarse en un viaje por el mundo a través de sus canciones. Es un periplo emocional y sensorial, pero también, y de algún modo, físico, gracias a su violín y su guitarra, elementos clave en un universo personal que en directo se expande con la suma de contrabajo, charango, silbido…